Investigación de la gastronomía típica, de la parroquia Julio Andrade, cantón Tulcán, provincia del Carchi

Abstract

Una de las tareas pendientes de la sociedad es redescubrir sus orígenes y revalorar su cultura. Mucho se habla, hasta desgastar el discurso de colonización y proceso de aculturización, pero la impavidez de las nuevas generaciones acentúan estos procesos hasta perder gradualmente y de manera sostenible costumbres, tradiciones y valores propios de una sociedad por el reajuste a nuevas culturas y formas de comportamiento. La presente investigación procura romper el “statu quo” de la sociedad carchense, en particular de la parroquia Julio Andrade, colectividad amenazada por la migración constante de sus pobladores a otras provincias en búsqueda de nuevas oportunidades laborales, estudio o simplemente por dejar de ser un “pueblerino”. Este fenómeno migratorio hace que nuevos pobladores procedentes de la sierra centro ecuatoriana y sur de Colombia, incorporen en una sociedad debilitada costumbres propias de sus conglomerados, en especial los hábitos culinarios y alimenticios. Los nuevos pobladores han introducido la comida rápida, la cocina de inducción y nuevos productos; relegando el fogón de carbón, la cocina y el horno de leña, en los cuáles se preparaban potajes milenarios como: el locro de papas chauchas, la sopa chorreada, la poliada, la sopa de chuspas, las morcillas, el cuy, el champús, el dulce de chilhuacán, las ocas con leche, la papa asada, el café de haba, etc. Estas tradiciones propias de los pueblos “Pupos y Pastos”, no deben desaparecer, deben preservarse para mantener viva el orgullo “pastuso”, donde la buena papa y el hornado dan un sello inconfundible a una tierra de “mujeres hermosas y hombres valientes” que claman con orgullo que con “el Carchi no se juega”.